Todo lo que debes saber sobre las piscinas de comunidad

Piscinas comunitarias

Las piscinas de comunidad son gestionadas y mantenidas por la comunidad de propietarios. Todos los vecinos tienen derecho a utilizar la piscina y esto es una gran ventaja si compras una propiedad con piscina comunitaria. También, es necesario cumplir con ciertas normas y regulaciones para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los usuarios.

En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre las piscinas de comunidad.


Normas

Horarios de apertura y cierre: las piscinas de comunidad tienen horarios específicos en los que están abiertas al público. Es importante respetar estos horarios para evitar inconvenientes y permitir que el personal encargado pueda realizar las tareas de mantenimiento necesarias.

Uso exclusivo para residentes: normalmente, el acceso a la piscina está restringido únicamente a los residentes de la comunidad de propietarios o, en algunos casos, a un número pequeño de familiares o amigos.

Normas de vestimenta: por lo general, al ingresar en la piscina de la comunidad se requiere el uso de traje de baño apropiado y se prohíbe el ingreso con ropa o calzado de calle.

Acompañamiento de menores: en muchos casos, se exige que los menores de cierta edad estén acompañados por un adulto responsable por motivos de seguridad y para evitar accidentes.

Prohibición de objetos flotantes grandes: estos objetos pueden dificultar la visibilidad de los socorristas y generar situaciones de riesgo.

Respeto por el mobiliario y las instalaciones: no se deben mover o dañar las sillas, las sombrillas u otros elementos presentes en el área de la piscina. Se debe usar adecuadamente el equipamiento, como las escaleras o las barandillas.

Normas de higiene: se debe mantener un alto nivel de higiene y limpieza en las piscinas de comunidad. Esto implica utilizar las duchas antes de ingresar al agua, no arrojar basura y seguir las indicaciones del personal de limpieza.

Prohibición de alimentos y bebidas en ciertas zonas de la piscina: en estos casos, se suelen habilitar zonas específicas para comer o beber.


Ventajas

Disfruta sin preocupaciones: al ser parte de una comunidad de propietarios con piscina, puedes disfrutar de las instalaciones sin la necesidad de preocuparte por su mantenimiento y limpieza. Esto corre a cargo de la comunidad, lo que te permite relajarte y disfrutar del agua sin preocupaciones adicionales.

Acceso fácil: puedes utilizar la piscina en cualquier momento dentro del horario de apertura. En C365, puedes gestionar todo lo relacionado con la piscina de tu comunidad (aforo, reserva de horario), gracias a nuestra aplicación móvil para la comunidad de vecinos.

Interacción social: son un excelente lugar para conocer a tus vecinos y establecer relaciones sociales. Al compartir el espacio con otros propietarios, puedes crear vínculos y fortalecer la comunidad.

Ahorro económico: al ser una instalación compartida, los gastos se dividen entre todos los propietarios, lo que hace que el mantenimiento sea más asequible para cada uno.

Mayor seguridad: suelen estar supervisadas por socorristas profesionales, lo que aumenta la seguridad de los usuarios. Además, las piscinas de comunidad al estar ubicadas en una zona residencial, es menos probable que se produzcan situaciones de riesgo o peligro.

Uso exclusivo para residentes: al estar restringido el acceso podrás disfrutar del espacio suficiente tanto en los lugares comunes como dentro de la piscina.

Instalaciones limpias y equipadas: las piscinas de comunidad suelen cumplir unos estándares de limpieza y de calidad del agua altos. La mayoría cuenta con equipos de mantenimiento en los que se incluyen bombas filtradoras y sistemas de desinfección.


Recomendaciones

Mantén la limpieza: asegúrate de ducharte antes de ingresar a la piscina. Esto ayuda a eliminar la suciedad y los aceites corporales, manteniendo el agua más limpia para todos.

Respeta a los demás: evita comportamientos ruidosos o inapropiados que puedan molestar a los demás vecinos. Mantén un tono de voz adecuado y evita lanzarte o empujar a otros en el agua.

Cuida las instalaciones: trata las instalaciones de la piscina con respeto. No te subas a los muebles, no arrojes basura al agua y utiliza los servicios y las duchas adecuadamente.

Sé consciente de los más pequeños: si hay niños presentes, mantén una supervisión constante y asegúrate de que sigan las normas de seguridad.

No ingreses enfermo: si te sientes mal o tienes alguna afección de la piel, es mejor abstenerse de ingresar a la piscina. Esto ayuda a prevenir la propagación de enfermedades.

Recuerda, al seguir estas recomendaciones de buen uso, contribuyes a crear un ambiente agradable y seguro para todos en la piscina de la comunidad de vecinos. ¡Disfruta de un tiempo refrescante y agradable en el agua!